Se trata de uno de los barrios más antiguos de Segovia. En el siglo XI habitaban en este barrio una mezcla de cristianos y musulmanes que se dedicaban a la agricultura y la ganadería, dejando a las clases dirigentes, dedicadas a la guerra, la parte alta de la ciudad.
En el actual barrio de San Marcos se encontraban también las parroquias de San Gil y San Blas, (ya desaparecidas) pues la cercanía de los ríos hacía que fuera una zona muy poblada y rica en huertas, cuyos productos se vendían en los mercados de la ciudad. En las cercanías del puente que hace esa extraña curva, más conocido como “ Puente Castellana” se encontraban los baños públicos, que pertenecían a un canónigo de la Catedral y aún se pueden ver algunas huertas de las de toda la vida. Este puente era de vital importancia, y que comunicaba la ciudad con Castilla mediante el camino de Arévalo y Medina del Campo.
Los habitantes de estos arrabales lo cruzaban para acceder a la Puerta de Santiago y el Postigo del Atajo (ya desaparecido) y así llegar directamente a la Catedral de Sta. María que se encontraba frente al Alcázar.
Se distribuye de forma lineal, siguiendo el farallón de roca caliza que condiciona su geografía y que sirvió de cantera para numerosas construcciones durante la repoblación de la ciudad.

Barrio san Marcos

Santuario de la Fuencisla