El Palacio de Quintanar

Se ubica en la pintoresca plaza del Conde Cheste, formada por un hermoso conjunto de casas-palacio. También conocido como “Casa de las Cabezas” por los once yelmos dispuestos en forma de arco en su portada.

Palacio de Quintanar

Fachada principal de la casa palacio de Quintanar

Su estructura es del tipo de casa señorial segoviana de los siglos XV-XIV, con portalón que da paso a un patio porticado en tres de sus lados y una fachada lisa con esgrafiado. En dos de las paredes se aprecian los dibujos del pintor y arquitecto Vaquero Palacios y de su hijo Vaquero Turcios.

Tiene también un jardincillo en su parte de atrás que casi linda con la iglesia de San Sebastián, por lo que no es difícil suponer que era parte del cementerio de esta parroquia.

A lo largo de su historia ha pertenecido a diversas familias que fueron emparentando como demuestran los blasones en las columnas de su patio. En 1949 fue adquirido por el Estado para acoger la Escuela Normal de Magisterio y un año después comienza a acoger los cursos de verano para Pintores Pensionados de la Academia de Arte. Esta actividad trae a Segovia cada año a unos 30 alumnos de Bellas Artes de toda nuestra geografía y, últimamente, también de Europa. Los alumnos asisten a conferencias, excursiones, debates… pero, sobre todo, pintan. Sus obras son expuestas al final del curso para todo aquel que quiera contemplarlas.

La verdad es que el Palacio de Quintanar está muy relacionado con el arte, no son pocos los segovianos que estudiaron música entre sus muros cuando fue sede del Conservatorio de Música entre los años 1990 y 2002. Actualmente, desde que fue restaurado en 2011, es un Centro Multidisciplinar de la Junta de Castilla y León y la Fundación Siglo, que se dedica a la formación práctica del diseño gráfico, la arquitectura de interiores y la fotografía. Alberga también estupendas exposiciones que se pueden visitar de forma gratuita en un amplio horario.

Tiene una particularidad muy poco conocida y es que durante su rehabilitación se descubrieron unas pinturas murales del siglo XVIII de estilo Adams, muy poco habituales y bastante desconocidas aquí, pero de moda en Inglaterra en aquella época.