Se puede decir que el aprovechamiento de los Montes de Valsaín se viene produciendo desde el siglo XII. La excelente calidad de la madera de estos pinos nunca fue indiferente a reyes y dirigentes que la aprovecharon de todas las formas posibles para construir, entre otros, el Alcázar de Segovia, los Monasterios del Parral y el Escorial o los palacios de la Granja, Aranjuez, la Zarzuela y el Pardo. Estos montes pertenecieron a la Comunidad de Villa y Tierra de Segovia por lo que es mucha la documentación relativa a su gestión. En 1761 Carlos III incorpora esta superficie al Patrimonio de la Corona y limita el bosque con mojones o hitos que aún se pueden ver. Finalmente, con el paso de los años, tras las desamortizaciones y pasar por diferentes manos, la gestión fue a parar en el siglo XIX a la gestión pública. Actualmente está en manos del Organismo Autónomo de Parques Nacionales del ministerio de Medio Ambiente.
El aserradero en la actualidad
Troncos de pino de Valsaín
Ya en el siglo XIX, entre 1829 y 1833, se puso en funcionamiento uno de los primeros aserraderos de Valsaín, era conocido como “Máquina Vieja” y se encontraba en lo que actualmente es una finca privada cerca del Puente de los Canales que sigue recogiendo el agua sobrante de la cacera del arroyo Peñalara. La falta de caudal suficiente en la época estival, pues no conseguía hacer funcionar la máquina hidráulica, y los problemas en invierno debido al frío probablemente llevaron a a su cierre.
En 1884 nace otro aserradero con patrocinio de la Casa Real con máquinas accionadas por vapor. El edificio, dividido en módulos, muestra un equilibrio entre lo funcional de su uso y el gusto estético que no ha perdido con el paso del tiempo y las diferentes ampliaciones. Conserva en su interior toda la maquinaria a vapor. También es fácil de ver la chimenea de ladrillo encargada de evacuar los humos procedentes de las dos impresionantes calderas de fabricación inglesa que hacían funcionar la maquinaria.
Máquina de vapor que movía las sierras mecánicas
Estado actual de las calderas
Recibían el agua de dos depósitos, uno situado en el pinar cercano a la fábrica elevado unos 18 metros y el otro situado junto a la chimenea que también se usaba para abastecer el sistema contra incendios de la fábrica. En torno a la fábrica instalaron 800 metros de vía férrea para que circularan las vagonetas con las trozas a aserrar y la madera ya cortada.
En 1964 Patrimonio Nacional trasladó la actividad al nuevo aserradero construido junto al antiguo, en el mismo recinto. En 2005 el aserradero sufrió un incendio que lo mantuvo cinco años cerrado. Finalmente en 2012 se cerró de nuevo debido a la fuerte crisis y la caída de la demanda de madera. Actualmente se espera su próxima reapertura sin fecha concreta. El viejo aserradero…quizá algún día se convierta en museo.