Es un establecimiento privado o más bien varios, porque acoge: El Hotel Casa Mudéjar, un restaurante, un bar (ambos responden al mismo nombre “El fogón sefardí”, que ya da pistas) y un SPA; pero todo ello, perteneciendo a una unidad, está perfectamente separado y ofrece distintas opciones. ¿Dónde está el puntito? Pues en que este lugar es, a la vez de todo lo dicho, un pequeño museo. Se encuentra en pleno barrio judío, (son los únicos en Segovia que ofrecen comida cosher) y cuando los dueños hicieron la reforma para abrir el hotel encontraron restos de una casa romana, una pequeña parte de la antigua muralla, un mosaico, diferentes cachivaches, ánforas, y que ahora se pueden ver en el Museo provincial de Segovia. Así como diferentes arcos, estructuras mudéjares y unos increíblemente bien conservados artesonados que se encuentran en los comedores del restaurante y en algunas habitaciones.
Y si los detalles cuentan aquí los cuidan, y mucho desde los pasillos a los nombres de las habitaciones, cargados de historia al referirse a pueblos de Segovia que pertenecieron a los sexmos y a las antiguas villas que tenían fueros propios.
También patios interiores, rincones agradables salones, incluso la sala de reuniones tiene sorpresa al estar presidida por una arcada mudéjar, etc. Todo ello hecho con mimo, ganas de agradar y buen gusto.
Otro de los comedores está instalado en un patio cubierto de estilo medieval con su pozo, sus plantitas… realmente agradable. Todo ello se puede visitar todos los domingos a la una de la tarde, sólo hay que apuntarse en la recepción del hotel. El acceso a la hospedería está en plena calle Real a 0 minutos de la Plaza Mayor.
Pero lo que es un auténtico lujazo es el pequeño SPA del sótano que convive con los restos arqueológicos descubiertos, relaja sólo visitarlo; y la pequeña sala de masajes con el suelo transparente para ver la escalera romana que encontraron. Es una “pasada”, desde luego toda una experiencia.
Y si tu presupuesto no te da para alojarte aquí y vivir la experiencia completa o comer en su restaurante, tienes otra opción: cenar o comer de tapas, algo que muchos segovianos practican con asiduidad, y es que llevan tantos años seguidos ganando el concurso principal de la ciudad que en vez de ponerlas nombre, las bautizan con el año, además de ricas son abundantes, baratitas y con dos te quedas bien. No es necesario que las tomes en el bar obligatoriamente porque tienen un pequeño comedorcito para este plan, más tipo taberna con encanto.
Una experiencia recomendable en todas sus facetas. Si quieres ver más te dejamos el albúm de fotos que hemos creado.
Aquí el enlace del Hotel Casa Mudéjar