San Frutos “pajarero”

Quizá no sepas quién es San Frutos, pero seguro que has oído hablar del Parque Natural de las Hoces del Duratón, cuya ermita está dedicada a este santo.
Todo empezó hace muchísimos años, más concretamente en época visigoda, cuando los árabes invadieron la península. Frutos era un segoviano que se hizo ermitaño al igual que sus hermanos, Engracia y Valentín, tras la temprana muerte de sus padres. Encontró una cueva en las hoces del río Duratón y allí se quedó. Más tarde se construyó una ermita que es la que ahora conocemos, donde le enterraron sus hermanos que vivían también por aquella zona en sus propias cuevas, allá por el 715. No se limitó a la vida contemplativa, en una de las razias musulmanas los pobladores fueron a refugiarse a su lado y cuando estaban a punto de ser hechos prisioneros o algo peor, Frutos marcó con su cayado una raya en la roca que se rompió como si la hubiese cortado un cuchillo. Esta grieta impidió la matanza y por eso el pueblo venera a este santo.

Puente de la ermita...

Puente de la ermita

Ermita de San Frutos....

Ermita de San Frutos

Sobre la “cuchillada” se hizo un pequeño puente que hay que cruzar para llegar a la ermita de este parque, cuyo día grande es el 25 de octubre en honor al patrón de Segovia. Es costumbre visitarla y recoger el perejil que crece en el peñasco, aunque apenas queda ya. Son muchos los que van a la ermita a pedirle y prometerle cosas al santo, pues es abogado de hernias y quebraduras. Entre los varios milagros que se le atribuyen, se dice que amansaba a los buitres (verás un montón si te acercas a las Hoces del Duratón) y que hizo salir pajarillos de las llagas de un devoto; lo cierto es que al parecer amaba a los pájaros, de ahí el sobrenombre de “pajarero”. Los cazadores le hicieron también su patrón.
Más tarde los restos de San Frutos fueron a parar a la antigua Catedral de Segovia que terminó siendo destruida; fue Juan Arias Dávila quien se encargó de que se buscasen sus restos y, tras hallarlos, depositarlos en la actual Catedral, más concretamente en el retablo del trascoro.

Urna de S. Frutos

San Frutos en la Catedral

Sus hermanos se retiraron a Caballar tras enterrarle y continuaron su vida eremita en la ermita de San Zoilo hasta que fueron decapitados por los musulmanes. Allí se les venera y se celebran las mojadas, que consisten en una romería en la que se sumergen sus calaveras en la “fuente santa” cuando apremia la sequía.
Volviendo a San Frutos, recordamos que su festividad se celebra en Segovia el 25 de octubre, la fiesta comienza a las 00:00 con “el paso de la hoja” y continúa con sopas de ajo y música en la Plaza Mayor y en el barrio de San Frutos con un festival de rock.