Segovia no sólo ofrece monumentos, ricas carnes y estupendos alojamientos urbanos, aquí presentamos una alternativa muy diferente para aquellos que buscan algo más. Las circunstancias orográficas de la ciudad hacen posible encontrar un alojamiento rural con todas las ventajas que esto supone. En cuanto al entorno, se puede decir que es inmejorable, junto al río Eresma, rodeado de vegetación, y unas vistas panorámicas que dejan la boca abierta. Además la enorme ventaja de estar en plena ciudad con el Acueducto a 15 minutos andando.
Sin embargo, la Huerta de San Lorenzo ofrece mucho más que el alojamiento en un lugar idílico para relajarse. En su restaurante se puede degustar la mejor cocina vegetariana de la ciudad, con un guiño permisivo para aquellos que adoran la carne !pero ojo! no cualquier carne, ésta es totalmente ecológica, como todos los productos que puedes consumir aquí.
Y es que se puede decir que aquí primero fue la huerta, que se ha estado cultivando en esta familia desde que tienen memoria, y después todo lo demás. De hecho el agua con que se riega en esta huerta procede directamente de la Real Cacera que Enrique IV cedió como privilegio al barrio de San Lorenzo, (donde se ubica este establecimiento) y hoy en día se siguen respetando los mismos turnos de riego de entonces.
Este es un proyecto sostenible, no sólo respeta el entorno sino que enseña a cuidarlo y comer de él como se ha hecho toda la vida. Se trabaja la huerta de manera tradicional, sin añadidos químicos, y esto es muy fácil de ver pues una de las muchas opciones a nuestra disposición es la posibilidad de aprender a llevar un huerto en su ciclo anual completo, no sólo hortelanos de fin de semana.
Aquí los tomates saben a tomates, porque todo lo que produce la huerta, que rodea la casa y el restaurante, va directamente a la cocina para convertirse en manjares sanos y exquisitos, porque Charo, la propietaria, es también nutricionista y aquí viene otra parte muy importante de su propuesta: el cuidado de nuestra salud a través de lo que comemos. Ella ofrece cursos de cocina con fines específicos durante los meses de invierno, charlas y otras actividades culturales y te enseña a cuidarte comiendo rico, rico. ¿Qué más se puede pedir?
Para información práctica: La Huerta de San Lorenzo