Es uno de los barrios más peculiares de Segovia, de los más antiguos y mejor conservados en estilo románico civil a nivel europeo. Al hallarse muy cerca del Alcázar y con poco espacio de construcción quedó un poco olvidado cuando la ciudad fue creciendo, justo en dirección contraria, gracias a lo cual se mantuvo casi intacto y hoy lo podemos disfrutar.

Jardín cercano a la Claustra
La antigua catedral de Sta. María se situaba justo enfrente del Alcázar, en el solar que hoy ocupan los jardines, durante la mayor parte de la Edad Media. Durante la guerra de las Comunidades, en el siglo XVI, los comuneros la ocuparon para enfrentarse a las fuerzas del rey Carlos I situadas en el Alcázar. Por este motivo sufrió graves desperfectos y más tarde se decidió construir la actual en otro lugar, para evitar a su vez que posibles enemigos la pudieran utilizar de nuevo como parapeto.
Pues bien, los canónigos que formaban parte del obispado y se ocupaban de la catedral vivían en este barrio cuya entrada se hacía por dos calles que corren paralelas (C/ Daoíz y C/ Velarde) y confluyen formando un triángulo en la plaza de la Reina Victoria Eugenia. Estaba cerrado por tres puertas que se cerraban de noche, de las cuales sólo se ha conservado una, llamada la Puerta de la Claustra.
Las otras dos fueron destruidas para que el cortejo de la reina Ana de Austria pudiera pasar cuando se dirigía al Alcázar para casarse con Felipe II.

Calle Daoíz