En invierno Segovia se vuelve fría, pero no por eso menos bella. No todos tienen la suerte de conocerla cuando se cubre de nieve o juega al escondite con la niebla; es toda una experiencia. Aquí lo puedes ver.
Para combatir el frío no está de más planificar los itinerarios alternando los paseos con las visitas a monumentos y museos. También es muy recomendable hacer algún descanso tomando, por ejemplo, uno de los deliciosos caldos que ofrecen muchos de los bares para entonar un poco el cuerpo.
Los segovianos saben que esta estación es la más larga y dura, pero a pesar del frío, son muchos los días claros, así que en cuanto hay un día soleado salen a disfrutarlo; eso sí no te sorprenda que en cuanto se hace de noche no encuentres a nadie por la calle, no te asustes Segovia es una ciudad muy segura, no es probable que sufras agresiones o robos, simplemente disfruta del lujo de tenerla toda para ti sin las hordas de turistas que llegan con el día.

Alcázar desde S. Marcos

Catedral desde el Pinarillo
Quizá si pruebas en bares, restaurantes, o en las diferentes actividades culturales que se organizan encuentres gente. En esta época tienen especial relevancia las programaciones del Teatro Juan Bravo y las de la Cárcel de Segovia, sí has leído bien. La hasta hace pocos años cárcel, se ha convertido se ha convertido en un espacio multicisciplinar dedicado a la cultura en sus muchas formas: microteatro, exposiciones, conciertos, títeres, películas, etc. La vida de cultural de Segovia no cesa en todo el año, aunque si hay un evento de especial relevancia es la fiesta de Santa Águeda, declarada de Interés Turístico Nacional, que se celebra en el barrio de Zamarramala, este año entre el 7 y el 9 de febrero. Y para los amantes de la naturaleza los alrededores de Segovia son especialmente atractivos para practicar deportes de invierno en el Parque Nacional de Guadarrama o en la Estación invernal de la Pinilla.

El mar, jardines de la Granja de S. Ildefonso