La ciudad recibe el verano en la calle y a lo grande, con fiestas por todo lo alto y con los brazos muy abiertos. La misma noche de San Juan, la de su llegada se convierte en algo mágico gracias a la Noche del Teatro, en la plaza de San Nicolás, que hasta la madrugada celebra de esta forma la llegada de este amigo. Antes, incluso las autoridades con sus discursos le dan la bienvenida oficial subrayada con fuegos de artificio y música.

Es el día en que Segovia cambia su ritmo oficialmente, convirtiéndose en un lugar donde se respira alegría, tranquilidad y sobre todo unas ganas enormes de echarse a la calle a disfrutar. El verano es sin duda una estación ideal para visitar Segovia, pero es recomendable tomarse la visita con calma. El calor ayuda a ralentizar e invita a tomar un descanso en alguna de las terrazas que surgen por todos los rincones y plazas, o a refrescarse bajo la sombra de los numerosos árboles de los parques y sus pequeñas fuentes mientras disfrutas de las vistas, porque elijas donde elijas pararte y hacer una pausa, encontrarás algo que admirar.

No sólo monumentos, casas señoriales o estatuas, la calles mismas se convierten en un espectáculo gratuito al aire libre gracias a la belleza de algunas, con sus balcones floridos, sus fachadas esgrafiadas como de domingo, las que dejan ver sus entramados de ladrillo, o esas que en peor estado nos dejan ver parte de sus entrañas, por donde escapan retazos de su historia a borbotones. Sin embargo el mayor atractivo se encuentra en la gente, que aporta o no vida a esas calles, según el momento del día, en sus aromas, sus sonidos, que durante gran parte del estío toman forma musical gracias a los numerosos festivales: Folk Segovia, Música Diversa, Jazz, o la música de las terrazas, que llena la ciudad de ambiente cada fin de semana con conciertos gratuitos de lo más variopinto por todas partes. Y para despedirlo, ya en septiembre, las músicas se transforman en palabras con la llegada del Hay Festival. En julio ya lo hicieron durante la semana de los Narradores Orales.

Las noches cobran gran protagonismo en este periodo que nos da el ansiado respiro al frío del invierno, aunque sin duda la Noche de la Luna Llena se lleva la palma, siendo la más innovadora (cada año es diferente) y una de las más esperadas por las diferentes actividades culturales que concentra.